Sentimientos nobles que te hacen crecer

La nobleza no es debilidad, es una virtud, es una fortaleza. Los sentimientos nobles son algo a valorar, a tener en cuenta, a destacar.
Hay quienes quieren convertirla en un sinónimo de debilidad del carácter. Pensar eso es sin duda una gran equivocación, porque desde mi punto de vista las personas que tiene sentimientos nobles son personas que son más fuertes.
Las personas con corazón y sentimientos. O les tiene estas características:
1. No se enojan por las cosas inútiles. Es bueno saber distinguir entre las cuestiones importantes porque da valor y las menudencias.
2. Ofrecen ayuda más de cuanto reciben. Para una persona buena todo va bien siempre, siendo fácil de alegrar y satisfacer.
3. Dan óptimos consejos, al se madura, generosa y acogedora.
4. Perdonan con facilidad. La compasión y la empatía son características para las mentes más fuertes. Empatía es una de las cualidades de una buena persona. La empatía, la humanidad y la solidaridad muestran que una persona se siente mejor consigo misma cuando se implica y aporta su granito de arena en la construcción de un mundo mejor.
5. Tienen como base la sinceridad: Las buenas personas, al ser empáticas, saben cómo tienen que decir las cosas y respetan, mucho, las emociones de los demás.
6. Hacen buenas acciones. Las acciones igual que las palabras son un efecto de los sentimientos del corazón. Una buena persona se define a través de los hechos que reflejan sus principios y valores.
7. Ejercen y buscan la confianza de y con los demás. Una buena persona es aquella en la que puedes confiar de verdad, al ser responsable, firme y que tiene muy claro que el respeto es un elemento básico en las relaciones humanas.
8. Son personas humildes y nunca se sienten superiores a los demás ni mirarán a nadie por encima del hombro, respetando cada éxito de cada uno.
Y es que un corazón noble es un corazón sensible. La persona noble sabe reconocer los méritos ajenos, es atento para con todos, sin intenciones ocultas y sin dañar a nadie. El corazón de una buena persona se nota en sus palabras y en la forma que tiene de hablar de los demás, de acercarse, de decir la cosas, de acercarse a los demás, aunque sea de forma crítica.
Un corazón noble permite dedicarse también a otros, apoyar sus necesidades, desde el punto de vista de saber aprender y ser agradecido.
Un corazón noble no cultivan en el corazón el deseo de venganza, porque lo que hacen es saber perdonar.
Un corazón noble tiene una gran fuerza emocional, al expresar, con transparencia, sus sentimientos, desde la tolerancia, desde la asertividad para estar en contacto con los demás.
Un corazón noble saber reconocer a las personas, para favorecer que el mundo sea un lugar más bonito.
Un corazón noble se guía por el buen corazón, para defender lo que considera noble, para actuar ante las injusticias y porque rara vez se cansan de dar lo mejor de ellas mismas en cada momento y circunstancia.
Un corazón noble procura tener siempre claras sus prioridades, sigue la estela de sus valores y principios, dan de sí mucho más de lo que tienen y todo se lleva a cabo con mejor ánimo y motivación.
Un corazón noble está lleno de bondad y se esfuerza diariamente por hacer el bien, por hacer las cosas de manera adecuada, para servir de ayuda, en brindar un apoyo activo y no limitarse a ver la vida pasar.
Un corazón noble es un corazón bondadoso. Las buenas personas también pueden ser contundentes cuando defienden algo, también pueden levantar la voz cuando aprecian injusticias. A la nobleza de corazón no le gusta la pasividad o girar el rostro hacia otro lado cuando cree que las cosas que pasan no se adecuan a sus creencias y valores.
Un corazón noble es autoexigente, muy focalizada en lo que quiere lograr, en querer llegar a todos y a su vez, en molestar lo menos posible.
Un corazón noble nunca pide nada, nunca se queja, su prioridad son su gente, servir de ayuda y ofrecer siempre su mejor lado sin que nadie pueda apreciar su cansancio o falibilidad.
Las personas de buen corazón saben que la bondad requiere tiempo, voluntad y esfuerzo. La bondad de mente y de corazón implica, en realidad, muchas más dimensiones que pueden sorprender a más de uno.
La persona noble integra en su ser una gran fortaleza y sentido de justicia. Ello hace que tenga claras siempre sus prioridades, que sepa decidir y actuar en base a sus principios, evitando egoísmos, dejando a un lado narcisismos, mentiras, chantajes o dobles sentidos.
La persona de buen corazón siempre prefiere la templanza, la cooperación, la empatía y esa humanidad comprometida que toma partido por los demás, que no duda a veces en hacer ciertas renuncias para beneficiar a quienes ama y respeta.
Y es que un corazón noble es el corazón de personas que conocen sus virtudes y defectos, también sus necesidades y su potencial, personas que comprenden sus emociones y que aspiran a ser congruentes, con lo que piensan dicen y hacen, con lo que prometen y proyectan, también con lo que desean y lo que consiguen.
Las personas de corazón noble son fuertes y defienden lo que piensan, trabajan por y para los demás, siempre de la bondad de hacer las cosas con el corazón.
Un corazón lleno de sentimientos nobles se basa en el respeto y la tolerancia que hace que una persona pueda ponerse en la piel de otra persona y, así, comprender mejor sus emociones y su forma de vivir la vida.
Ser bueno es bueno. Ser una persona noble es admirable y te ayuda a crecer.
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